Paul Weller es casi el abuelito de lo que se llamó la segunda invasión del brit-pop.
El disco está lejos de sonar a algo que remita al término abuelito, es más, da una cátedra
de 15 temas a la cual bastantes nenitos rockeros
tendrían que anotarse urgente.
Sonido impecable.
Un disco compuesto y grabado a todo culo, como se lo merece un artista de calibre.
Casi por la mitad del disco llega un clima de ascensor y después te fuiste de viaje y tu mente se va a quedar esperándote un tiempo largo.
52 años tiene, teléfono para varios vejetes gagas que revolean plumas de polyester por estas pampas.
Dr No (entre dos bandas anchas)
1 comentario:
jajaja la mejor reseña que lei en mi vida
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